Entradas

Mostrando entradas de julio, 2024

Tradiciones veraniegas

Imagen
 En el escenario de cuerpos despanzurrados por todas partes, empiezas a observar a los distintos sujetos, que no faltan ningún verano en la playa.  —El que acaba de aposentar el trasero y empieza a anunciar a sus acompañantes, que debe beber algo (cerveza) porque asegura que ya se ha quedado seco (ni cinco minutos han pasado). —Quien se esconde bajo la sombrilla y no asoma ni un dedo del pie, como si el sol lo fuese a fulminar en décimas de segundo (espero ansiosa el año que aparezca con escafandra). —No falla quien sacude la toalla un centenar de veces, porque si le cae un solo grano de arena se magulla (nadie quiere un agujero de tercer grado).  —Uno que va hacia la orilla con las chanclas puestas, porque se quema la planta de los pies y cuando se zambulle en el agua, no sabe qué hacer con ellas (creo que necesita un guardián de chanclas que le espere fuera). —Otro que cada vez, que se mete en el agua, siente que algo le toca y teme que le vaya a engullir (por todos es ...

Temor incontrolable

Imagen
 No siempre que sales huyendo, es porque algo no te importe, de vez en cuando es, por lo contrario. Existen pocas personas que encienden tus alarmas. Tu voz interna sabe que esa criatura no es de paso. No es con quien pasarlo bien y tan amigos, sí, lo vas a disfrutar, ¡y mucho!, pero se va a impregnar en ti. Va a tener peso en tu camino, tiene ese potencial inédito para ser relevante en tu vida. Debes estar dispuesto a perder la ruta, a sentirte vulnerable, a no situar el norte. Si lo permites, efectivamente va a ser especial, no falla, la voz interna no se equivoca. Entonces aparece el miedo, el que te avisa de las señales anunciando, que esa persona es kriptonita para ti.  No siempre pones distancia porque no lo quieres en tu vida, en contadas ocasiones es, precisamente, por lo mucho que lo deseas.  Foto: Cottonbro. Derechos reservados©

Inconscientemente valioso

Imagen
 Eres importante para alguien de quien nunca lo sabrás. Hay personas a las que les haces bien, aunque intercambies pocas palabras o incluso ninguna. Con quien te cruzas por la calle y sin saber muy bien por qué os sonreís y se queda esa sensación en los siguientes minutos.  La cajera del supermercado a la que le alegras un rato del día. Aquella persona que quiere escribirte y no lo hace. El vecino que te cuenta que tal va la semana y en ese tiempo se siente menos solo. Viejos amigos, que haces muchísimo que no ves y les encantaría compartir de nuevo tiempo contigo. Esa persona con quien quedaron tantas cosas por decir. Esa alma que se desilusiona cuando no sabe de ti. Esas cosas muy tuyas, que para aquel son importantes.  Hoy un ser te ha echado de menos y otro se ha dado cuenta cuando ya no estás. Una cabeza te piensa y un corazón te ama cuando permaneces y cuando no. Siempre hay algún mortal para quien no desapareces, aunque no lo sepas.  Foto: Tima Miroshnichenko....

La barra de un bar

Imagen
 Hay una ilusión escondida tras la barra de un bar, esa que te remonta a tiempos mejores. A momentos de risas sin preocupaciones, a días sin horarios, a un abanico inmenso de posibilidades. El tiempo pasa, te haces mayor y todo cambia. De repente alguien te recuerda, que en alguna parte de ti, sigues siendo tú. Aún perdura esa chica de pasos libres, esa que saltaba sin miedo, sentía sin pensar y besaba sin preguntar.  No cualquiera tiene el poder de despertar esa parte (que cuando hiberna te apagas y pierdes tu aroma) solo por haberte regalado esa magia, te dan ganas de coger su mano y salir corriendo. A ese lugar donde ser adulto no es obligatorio, donde el paso del tiempo no importa, donde no es necesario explicar nada, solo abrazarte fuerte y dejarte llevar.  Por la barra del bar pasa desde una infusión a un tequila, de la misma forma que de un sueño por cumplir a un fracaso estrepitoso. A veces revolotea un mar de emociones alrededor de esa barra. Se convierte en un p...

Estimulante casualidad

Imagen
 Un edificio con altos techos y robustas columnas, desconocidos, deambulando con máscaras y disfraces de época.  Un ambiente tenue, repleto de velas, con música envolvente. Esculturas y suelos fríos, entre grandes alfombras y cortinas cálidas. Por el aire pasea un perfume.  Aunque todo alrededor llama tu atención, se crea una abrupta pausa, al encontrar su profunda mirada. El cuerpo se queda inmóvil al sentir sus manos fuertes y su tacto lento. Le acompaña un halo de misterio e incertidumbre, su embriagante presencia te hace vulnerable. A veces llegamos a lugares, que jamás pensamos conocer.  Foto: See2believe.   Derechos reservados©

Temblando

Imagen
 Cuando pasas cerca, es difícil respirar, entonces veo tu mirada y sé, que estás igual que yo. Se acelera el pulso, sentir tu presencia, tus manos agarrándome, resucita la vida.  Me inunda tu olor, mi corazón despierta y vuelvo a ser yo. La velocidad, el miedo, las dudas, los planes, las noches sin dormir, todo cobra sentido. Porque si salto tú me coges, si te duele yo sangro.  En tus brazos el peligro no da miedo, la adrenalina se convierte en juego. Tu cadena en mi cuello y en mis labios tus besos. La fuerza y la protección a partes iguales. Lucha de egos, que termina en un portal. Empujas a flote partes de mí, que ni yo conocía.  Me has enseñado a ser libre y lo he olvidado. Me has enseñado a abrir la puerta y la tengo cerrada. Me has enseñado a correr y no puedo moverme.  Recuérdame quién soy, que ya no me encuentro.  Foto: Lehandross.   Derechos reservados©

Perseguir la buena suerte 

Imagen
 Siempre he sido supersticiosa, al menos desde que recuerdo. Lo que no sé, es cómo comenzó. Un día te das cuenta de que cada vez que utilizas esa camiseta, tienes un día horrible y empiezas a asociarlo. “Esta camiseta me da mala suerte”. Lo curioso es que después de mucho tiempo, vuelves a darle una oportunidad y todo sale mal, lo que confirma tu conclusión.  Y así se va extendiendo a más objetos, unos calcetines, una pulsera, una figura de decoración, un llavero… En algún momento compartes ese misterio con tus amigos y se potencia al descubrir, que ellos también tienen “artilugios maléficos”. Así nos vamos retroalimentando unos a otros. Hasta que te ves a ti misma haciendo rituales, a cuál más extravagante, para tener buena suerte y empiezas a cuestionarte, si se te está yendo de las manos.  Pero tus amigos lo comprenden (igual por eso somos amigos) tenemos las mismas taras , que nos ayudan y acompañan en este disparate de vida.  Aun así, detectar y distinguir pote...

Justificaciones por amor

Imagen
 Siento entre ternura y molestia, por esas justificaciones que se hacen por minimizar daños.  —No es antipática, es porque tiene un mal día.  ¡Ah vale! ¿Y los otros 364 días, que le pasaba? —No tiene un problema con el alcohol, es que se ha acostumbrado a beber. Ya, es lo que tienen los vicios, que se hacen costumbre.  —No tengo “mala” relación con mi hermana, prefiero no verla, porque discutimos mucho.  Hombre, pues igual, una relación “muy sana” no es.  —A mí me encantan los niños, pero me molestan. A lo mejor no te gustan tanto.  Y así, sucesivamente. Son esas cosas ilógicas que se dicen, para que no parezca tan malo. Igual que las respuestas que tú piensas y no dices, para que no sienten mal.  Como esa amiga que tiene un perro, que no le hace ni puñetero caso y te dice:  —No es desobediente, eh, lo hace porque es rebelde —y tú la miras con cara de compasión.  O vas caminando, con esa persona “un poco torpe” que cuando se ha tropezado...

Personas brújula

Imagen
 Siempre me ha dado envidia, esas personas que llevan un GPS incorporado de serie. A mí esa pieza me faltó al nacer. A esas personas las dejas en lo alto de una colina o en mitad de un bosque y saben volver a casa. Yo, estando en la ciudad, entro a una tienda y cuando salgo ya no sé en qué dirección iba. Donde no te puedes perder, yo me pierdo.  El Google Maps lo necesito en modo físico, por todas partes. Todo con indicaciones, señalizado o con esos carteles del metro, con todas las paradas y mapas de esos que pone “usted está aquí”. Cuánto más específico mejor.  Así podría ir caminando tranquila, con mis pensamientos triviales. Y ahorrarme ese momento bochornoso, en el que, doy vueltas sobre mí misma pensando, ¿por dónde es?, que parezco un extraterrestre que acaba de aterrizar en la Tierra.  Esas personas que tienen una brújula interna indicándoles hacia donde ir, no saben el tesoro que tienen. Son los mismos que encuentran la salida en Ikea . Yo paseo entre cocin...