La barra de un bar

 Hay una ilusión escondida tras la barra de un bar, esa que te remonta a tiempos mejores. A momentos de risas sin preocupaciones, a días sin horarios, a un abanico inmenso de posibilidades. El tiempo pasa, te haces mayor y todo cambia. De repente alguien te recuerda, que en alguna parte de ti, sigues siendo tú. Aún perdura esa chica de pasos libres, esa que saltaba sin miedo, sentía sin pensar y besaba sin preguntar. 

No cualquiera tiene el poder de despertar esa parte (que cuando hiberna te apagas y pierdes tu aroma) solo por haberte regalado esa magia, te dan ganas de coger su mano y salir corriendo. A ese lugar donde ser adulto no es obligatorio, donde el paso del tiempo no importa, donde no es necesario explicar nada, solo abrazarte fuerte y dejarte llevar. 

Por la barra del bar pasa desde una infusión a un tequila, de la misma forma que de un sueño por cumplir a un fracaso estrepitoso. A veces revolotea un mar de emociones alrededor de esa barra. Se convierte en un punto de partida, para todo lo que vendrá o la nostalgia de lo que pudo ser. 

Algunas preguntas nunca se responden y hay tardes de domingo, con inviernos eternos. 

 Derechos reservados©



Comentarios

  1. Hola, Naya. Acabo de descubrir tu blog. Es un gusto que aún haya gente que escribe en sus blogs y no se queda solo en las redes sociales. Seguiré leyendo tus entradas.

    Recibe mis saludos

    ResponderEliminar
  2. ¡Hola Jonathan! Pues sí, que no se pierdan las buenas costumbres, escribir reducido a una red social es muy asfixiante. Me alegra que te gusten mis escritos. Por lo que veo también tienes blog. No encuentro la pestaña de seguir en tu blog, pero seguiré tus entradas. Un placer, el encuentro y poder compartir. Gracias por tus palabras.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares