Los domingos, falsa promesa


El domingo es ese día de la semana entre relajante y triste, tienes el día entero para ti, pero está el lunes cada vez más cerca, amenazando, como recordatorio permanente. Si haces muchos planes se pasa muy rápido y terminas cansado, si te despanzurras en el sofá sientes que no lo aprovechas. 

El problema de los domingos es que están plagados de expectativas que nunca se terminan de cumplir. En esta vorágine en la que estamos sumergidos cada pequeño “tiempo libre” se convierte en la carta a los Reyes Magos, lo queremos todo y no puede ser, hay que elegir. Acabas el día como cuando vuelves de una despedida de soltera, no ha sido lo que esperabas. Igual que pasa con la Navidad, la crema reafirmante, el primer beso que le das a alguien, el champú o la cerveza sin alcohol, nunca ofrecen lo que prometen. La buena noticia es que cada semana tenemos un nuevo intento. 

¡Feliz domingo! 

Comentarios

  1. Agustí Bubí Morgades22 de junio de 2024, 4:10

    seré sincero, y ni tan siquiera es opinión a tener en cuenta, el domingo matinal el Sol es más triguero, más Van Gogh, expansivo, imposible siquiera llevarlo al Juez...ahora después de comer -sobretodo en otoño e invierno- cuando el Sol tiene que abundar en otros lares, aquí falta esa luz...y si eres sensible (presa de la inquisición moderna...no hay lugar)...entonces si hay viaje vertical hacia el sótano. Tu sótano. Mi sótano. La mazmorra de la media tarde. Los lobos lobotomizados que se esconden tras los contenedores. El agua del grifo que a las 19.09.36 va hacia arriba por tres segundos y llega hasta el techo. y cierras el grifo empapada de horror. Y las sábanas te cobijan y la franela es un gran oso que protege. Y ya los sueños son dueños de la anarquía de tu negativo que fluctúa en ondas...pero son películas cerradas porque no has desenchufado el bajo voltaje. Y hablo por hablar, pero a mi me pasaba, que llegaba con ojos de vidrio al puesto de guardia...
    Ir al sicólogo era de ricos y maricas. Pero las noches del domingo es el peor momento para discutir con ella, con el, con el sistema decimal y con la tabla periódica.

    Los domingos, lo reconozco, me suscribo, como afectado, hay que hacer mucho teatro.
    Teatro en soledad. Plantar un espejo de cuerpo entero y actuar. Y decir, decir, decir...
    Pero moi igual que otros miles le meteríamos cabezas de caballo a nuestros mandamierdas, allí en el enjambre apegado a la maquinorra del café...

    Las iglesias deberían estar abiertas 24 horas...huelen bien, hay pinturas en las bóvedas del altar. Alguien, desde las alturas, siempre te mira, aunque te muevas. Arcángeles con túnicas azules y pastores que llevan tras la espalda un cabrito bendito...pero la verdad, ellos también están solos...desde hace siglos.

    mi propuesta, y bien aceptada en mi entorno, es que los lunáticos (afectados por el LUNES), es que tengan dos sábados y que su domingo sea el lunes real y así mezclarse con la gente y con la ciudad y con los repartidores y así despojar al sádico lunes de sus dentelladas y entrar en el martes como si fuera lunes...pero en posición horizontal. Suave, como una pluma que flota en el frío inmenso del espacio oscuro. Más allá del más allá. Allá donde cada segundo nacen colores que se extienden sin bautizar...

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    1. ¡Hola, Agustí! Muy interesante y profunda reflexión. Apoyo la moción de vivir dos sábados; nos presentaríamos al lunes de forma más ligera. Gracias por tus palabras.

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  2. un dia vaig pensar que deu ser molt dur viure pensant que necessites desconnectar del món laboral o del dia a dia, pensava que era cruel pensar que has de desconnectar de la teva pròpia vida...i saps? encara penso el mateix i que alguna cosa hem fet malament com a societat ( bueno, alguna no, algunes

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    1. Totalment d'acord. És trist, però és real. Desitgem poder desconnectar igual de necessari que obtenir oxigen. Gràcies per les teves paraules Una abraçada Alex!

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