Huellas de vida

 Tierra de marismas, plantas y agua se funden en uno. La luz del sol, viste más dorada, la brisa cálida siempre acompaña. Escenario idílico donde crecer. Atardeceres en el mar y columpios en los árboles. Heredando el amor a la naturaleza y a las letras. Prisioneros de una batalla impuesta, escapamos corriendo, donde las aves acallan, los sonidos internos. Un paisaje inmejorable puede dejar de serlo. 

Compartir existencia con el caos y la vileza, disfrazados de personas. El amor es enemigo, la protección ausencia, no busques sentido. Gritar en silencio, palabras a juicio. Pactar con el tiempo, hacerse mayor. Kilómetros recorridos, ignorando las huellas, aquellas que te encuentran. Acomodarse en un diván, rasgando la tierra, que te lleva, sin pensar, de nuevo a las marismas. 

Siéntate a mi lado, contempla las olas. ¿Recuerdas las aves que silenciaban el miedo? En cada paso, más lejos de allí, más cerca de ti. 


Foto: John George. 


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Comentarios

  1. Excelente relato felicitaciones Naya hoy te leí x 1ra vez y me encantó, no recuerdo mi cuenta de Google, en Instagram estoy como rodó.rie que tengas lindos días

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