Mi guarida
Cada vez que la vida pesa, emerges tú, en mi mente, en mi pecho. Siempre, sin falta, el salvavidas de mi alma. Entre todo el caos, escapo contigo, te llevo de paseo, te muestro mis lugares favoritos, te percibo a mi lado, con esa mirada tuya, donde nada es tan grave. Me sonríes, mientras descansamos en un mundo aparte. A veces me pregunto, ¿por qué? Cuando no quiero hablar con nadie, acudo a ti. La verdad, no quiero saberlo, tampoco es necesario. Haces que me sienta mejor, es irónico que consigas algo, que nunca te propusiste.
Es tramposo este obsequio, en el que siempre dices la palabra exacta, no es realista, pero, ¿qué más da?, si nada de esto lo es. Un superpoder, evadiendo el presente en cualquier momento, surgiendo donde me apetezca, compartiendo historias juntos. Desde sentados apreciando el paisaje, hasta sentir tu abrazo bajo la manta. Una pena, que jamás sepas lo bonito que es.Foto: Nikolina.
Derechos reservados©

Comentarios
Publicar un comentario