Sin reincidir
Esta camisa bambolea por mi cuerpo, mientras doy vueltas contemplando a mi alrededor. Entonces caigo en la cuenta, lo has invadido todo, estás por todas partes. ¿Dónde está mi esencia? Esas cosas que forman parte de mi personalidad, todo eso que al verlo, piensas en mí. No importa si es un antiguo amor, un familiar o una amiga, son objetos y prendas que dibujan mi nombre. Todas las casas son iguales, suelos, puertas, techos, no importa el precio, la diferencia reside en el hogar. De cuatro paredes creas un espacio, tuyo, seguro, confortable. Si te dedicas a crear, seguramente, inspirador. Todo aquello en lo que encuentras la belleza, lo necesitas en tu ambiente. Pedazos de tu ser, desperdigados aquí y allá.
Salgo afuera a respirar, necesito mucho aire. Mientras mis pies descalzos juegan con las hierbas, mi corazón me susurra, a lo que mi mente responde asintiendo. Cuanto más te acercas tú, más me pierdo yo. Hasta ahogarme y perder mi reflejo, no me escucho, no me encuentro. Ya cargué estas piedras, esta vez no lo haré.Me añoro, me necesito. No seguiré los mismos pasos. Viviendo en mí, abriré los ojos y ahí estaré. Desdoblarse y divisar el exterior como algo ajeno a ti. Una palabra, un silencio, un paso, una decisión. Sin intermediarios.
Foto: Daka.
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