Los pájaros
Tropiezo con una nueva vecina, nos saludamos amablemente y sigo adelante, camino pensando en la extraña sensación que me ha dado. Transcurren los días y se repite la misma sensación, además de los pájaros en su camisa, jersey, gorro, falda, siempre alguna prenda repleta de aves. Dicen que no es sociable, eso me parece normal, mis vecinos te hacen una ficha sobre tu vida en quince minutos. Pienso que igual vivió una mala experiencia y recuperarse, además en un lugar nuevo no es sencillo. Una tarde al salir de casa escucho un revuelo en las escaleras, varios vecinos están enfurecidos, al parecer salen fuertes olores de casa de la nueva vecina. La llaman incesantemente, o no está o no quiere abrir. Yo tengo prisa, me voy y les dejo en su alboroto.
Al día siguiente, la sorpresa es mayor, nos encontramos con pájaros sin vida por las zonas comunes. Al volver del trabajo, han sido recogidos y se ha convocado una reunión. Todo apunta a que la nueva vecina es la responsable, pero no hay ninguna evidencia, nada que la inculpe. Los sucesos continúan, plumas pegadas en puertas y paredes, semillas esparcidas por el suelo y de nuevo pájaros sin vida por todas partes.Decidimos avisar a la policía, todo esto no pasaba antes. A la llegada de los policías, nos sorprenden diciendo que ellos no ven nada fuera de lo normal. Nos parece una broma de mal gusto y el ambiente se caldea. Deciden hacer fotos con los móviles y nos las muestran ¿Dónde están? No aparece absolutamente nada ¿Cómo puede ser? Tampoco perciben el horrible olor que sale tras la puerta. Terminan avisando al propietario. El señor dice que no ha alquilado su vivienda a nadie. Al abrir la puerta ¡Todo desaparece! Como si no hubiese ocurrido nada. Nos quedamos paralizados. Los policías se van gruñendo. No entendemos nada. El señor propietario se dirige a nosotros antes de irse y dice —En estas fechas, las almas vuelven.
Foto: Shahin Khalaji.
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