En otra vida

 Nos casamos escondidos en un salto vertiginoso y nos mudamos a un ático que convertimos en hogar. Lo compartimos todo y jamás volvimos a alejarnos. Nos encantaban nuestros paseos en los que charlábamos, conociendo cada guerra, cada herida, cada sueño. Nuestros hijos heredaron mi pelo y tu sonrisa, mi amor por el arte y tu pasión inmediata. Cada mes escapábamos a un pueblecito y hotel nuevos, donde seguir conectados. 

Vivíamos en una recóndita burbuja, mientras ahí fuera, a veces todo estallaba, con la lluvia llorando en el cristal. Nunca faltó un te quiero, que casi corto se quedaba. No cabían miedos, dudas, ni expectativas. Todo el espacio lo ocupábamos nosotros, algo tan únicamente nuestro que reflejaba seguridad. Con esa luz íntima e hipnotizante, como la luna paseando por el mar. 

Fue maravilloso en otra vida. Igual por eso mi alma sueña con la tuya, de manera que estamos tan cerca y tan lejos. En esta no se dio, por capricho del universo o falta de valentía, por parte de los dos. Si en la próxima nos encontramos, no me dejes escapar amor. 

Derechos reservados©



Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares